domingo, 7 de diciembre de 2014

encandilada

carqueja que quiebra las plantas y llora
trayendo las nubes del corte en el cielo
la corte celeste que baja hasta el barro
gusanos que buscan la luz en la arena
se mueven las rocas saladas y rojas
la luna se quiebra en lucero exhumado
el hueco que crece en el sur del estero

los dioses humanos desdoblan el arca
tridentes en mano repiten el rezo
revuelven sus tripas buscando algún signo
estigma que sangra en los ojos mulatos
diluvio que moja los miedos y trae
la marca cainita del hombre primero
por siglos de arena, de cal y de canto

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Borrador para una sucesión de hechos fugaces

El ascensor no bajará, por tercera vez. Tiene pleno conocimiento del hecho. Aún así llamará una cuarta vez, quizás una quinta. Son ya las nueve, los siete pisos parecen eternos. Llamará al encargado del edificio y será inútil porque estará tomando sol en una de las plazas del microcentro. Intentará tirar de la cuerda hasta que el piso metálico aparezca por la abertura. Se colgará de ella si es necesario. En última instancia, encenderá la alarma de incendios, alertará a la policía y esperará pacientemente junto al fuego. Los bomberos traerán una de esas grúas de estilo para rescatar a la gente que grita entre las llamas. Subirá por allí y pedirá que lo dejen en la ventana de su habitación. El fuego le subirá por la boca y se hará humo en segundos. Buscará la urna que le corresponde y encontrará la orilla de un mar, en la última tarde del verano.

sábado, 2 de agosto de 2014

la sombra se levantó contra el viajero
y se alejó por la estepa vacía
los árboles caídos y los arbustos sin hojas
la tierra amarilla y seca
en el punto exacto donde el sol no se mueve
donde no se necesitan sombras

el viajero se levantó contra la sombra
y se internó en la selva acorazada
los troncos indivisibles y la maleza entrópica
la tierra húmeda y viva
en el punto exacto donde el sol no llega
el viajero olvidó recordar quién era

en el fin de la estepa, la selva
en el fin de la selva, la estepa

los caminos
si se separan lo suficiente
se unen

domingo, 20 de julio de 2014

llueve cansado
parece que hasta la lluvia se harta
de todo esto

flota-flota (hasta que te hundas)

hay algo en el aire.
huele a que no se sostiene 
por mucho
algo que dice
que sólo caen los perdedores
mientras te ata las piernas

pasan las hojas
el algo no se va
el viento no quiere cargarlo
y pasan tanto tiempo juntos
se te pega a los huesos
pesa, no creas que no
pero te vas acostumbrando

llega el momento al fin
en que pesa más el viento
cuando sopla y te despeina