lunes, 31 de agosto de 2015

celosía (nunca fui a granada)

al final pude ver,
la luz de los domingos amarillos
los espacios vacíos de la biblioteca
el polvo de los haces inertes
los postigos renaciendo
los techos árabes
las arañas incendiarias
las plantaciones sintéticas
las hojas como aspaventos
los sótanos ciegos
la naftalina con arsénico
los espejos bicéfalos
tus ojos cubistas
la italia del siglo diecinueve
las madres de sarajevo
cardos rusos en tierra de nadie

las puertas símiles son
reptiles de moho
al calor del verano

la enredadera constringe las pieles

temporada abierta

domingo, 16 de agosto de 2015

intervención en las cervicales

los árboles se encorvan
y no hay que tener miedo en decirlo

¿no?

si hasta llegan al piso y la copa
besa el barro fermentado
aunque el silencio de los leñadores
oculte ciertas cosas
el bosque se desdobla
aunque las ramas se bifurquen
y no se sepa dónde nacen
pero se intuya dónde mueren
los árboles reconocen su origen.
un círculo de ombúes guarda
el tronco primigenio
nodriza de la salvia
padre de los horneros
los hombres de paja te reverenciamos
protegemos tus brotes
de la sed de las hachas
aunque esa linterna vague
en la maleza del puente
porque somos hierba seca, nos debemos 
a tu dióxido de carbono
a la culpa que alimenta
las raíces bajo tierra
a la brisa de los sauces
que nos lava la memoria
los días en que lloramos.

lunes, 10 de agosto de 2015

una tarde todas las arañas

me quiero coger a david bowie
el bowie de los 70, disfrazado de ziggy stardust,
polvo de estrellas y centellas 
en el bajo vientre.
me quiero teñir el pelo de rojo 
usar kilos de base
y pantalones de lycra.
quiero salir a drogarme con brian eno
irnos a un hotel y que me muestren las maquetas
de las canciones que están componiendo.
quiero que bowie me despierte con café
un sábado en berlín
y que la gente no nos reconozca.
quiero usar un seudónimo 
para grabar cosas juntos
y que nunca nadie sepa quién las hizo.
quiero bailar disco en nueva york
estornudando merca en el baño de CBGB
que se me caigan las piernas
cuando la velvet underground nos lleve 
a su cuarto de hotel susurrando
terciopelo en tus labios
todos los ojos de las arañas en nosotros
como rayos digiriendo un árbol
vibrando como tu voz siempre
a un paso de romperse.

quisiera tener tu voz
para poder cantarme cuando estoy solo
y para poder decirle a mis amigos
que conocí a david bowie
y nos dormimos en su cama
una tarde en que todas las arañas
nos hicieron el amor con los dientes.